Con este tiempo tan loco que tan pronto hace frío como hace calor, como te llueve como el sol te achicharra yo ya no sabía que ponerme. Además que los exámenes también se me han echado encima y tampoco tiene uno la cabeza para pensar un estilismo de esos que te dejan patidifuso. En este caso, he optado por uno sencillo y cómodo para el último día de primavera pero que creo que se podrá reutilizar si el verano sigue el patrón de estas últimas semanas. Entre este loco tiempo que hemos tenido, claro fruto del cambio climático que cada día ocasiona más problemas, y los últimos exámenes de mi segundo año de universidad no se me ocurría ningún estilismo especial. Como tampoco tenía la cabeza para muchos pensares decidí optar por la comodidad ante todo y en un look que se pudiera adaptar a los cambios de temperatura a lo largo del día. Para soportar mejor los cambios de temperatura, lo mejor es siempre apostar por el «look cebolla», es decir, un outfit que tenga varias capas para ir quitando según va subiendo la temperatura. En mi caso no hacía mucho frío cuando me hice las fotos por lo que aposté por un cardigan de rayas de Pull & Bear que al final tuve que quitarme para no morir ahogado en mi propio sudor. Como no tenía muchas ganas de pensar decidí apostar por una camiseta básica de H&M que me compré el años pasado, cuando se nos decía que el color del 2013 sería el verde esmeralda, ese color del que tanto se habló y que parece que se esfumó en el aire, aunque todavía nos queda temporada para saber si al final el verde renacerá como parece que lo intenta el calor y el sol, aunque no