Lo que ha vivido Kesha seguramente sea uno de los «culebrones» más intrincados del panorama pop de los últimos tiempos. La cantante lleva inmersa desde 2014 en una batalla legal contra Dr. Luke, que era su antiguo productor. Ella quiere romper el contrato que la mantiene ligada a él, acusando al productor de agresión sexual (después de haberla drogado), acoso, abuso emocional y malas prácticas empresariales desde que firmase en 2005 un contrato con Kemosabe Records, la discográfica de Luke y filial de Sony Music. Por el momento todas sus luchas en los juzgados se han visto frustradas a la hora de salvar las trabas legales impuestas por el estricto contrato que firmó. Sony ya declaró en su momento que la compañÃa no podÃa hacer nada sobre el contrato porque Kesha firmó con una compañÃa paralela de Gottwald (Kasz Money) y no con Kemosabe. Aunque las cosas no han salido como esperaba, ella no se ha rendido y estrenará en agosto Rainbow, su tercer álbum de estudio y cuyo primer single es Praying.
A pesar de que el Dr.Luke ya no es consejero delegado de Kemosabe Records desde el pasado abril pese a haberla fundado él mismo con Sony en 2011. Algunas noticias apuntan a que el nuevo material de Kesha aún le dará beneficios, menos que antes, pero sus obligaciones contractuales parecen obligarla a lanzar cinco discos con él. Ella estrenará Rainbow, su tercer álbum, el 11 de agosto y, al menos en los créditos, no está el nombre de quien la ha llevado por un calvario legal. De hecho parece que los productores del álbum han sido Ryan Lewis y Ricky Reed. Ahora, alejada de la influencia y el control de Luke ella ha podido dejar de cantar únicamente sobre fiestas y ha volcado su sonido hacia algo más country y folk, tal y como la hemos visto en las contadas actuaciones que ha ofrecido en los últimos años. Praying, el primer single de esta nuevo disco, ha sido escrito por Kesha junto a Ben Abraham y Ryan Lewis; este último además se ha encargado de producirlo.
En esta canción ella ha canalizado sus sentimientos de profunda desesperación y depresión. Ahora ha superado los obstáculos y ha encontrado la fuerza en si misma que antes estaba fuera de su alcance, o al menos eso es lo que ella nos cuenta en la carta que ha publicado en Lenny, el portal feminista de Lena Dunham y Jenny Konner. En esta espléndida balada donde un piano acompaña la voz de Kesha, que en algunos momentos suena rota y cansada y en otros grita y suelta toda la emoción que ha contenido. Para ella Praying ha significado intentar empatizar con alguien, incluso si ese alguien te hirió o asustó. Dice que es una canción «sobre aprender a estar orgulloso de la persona que eres incluso durante los momentos más duros en los que te sientes solo. Es también sobre la esperanza de que todos, incluso aquellos que te hicieron daño, puedan curarse». Además de todos esos sentimientos, que te erizan la piel al escucharlos, también tiene un gran y pegadizo estribillo que la convertirá en todo un número uno.
Desde la Salvation Mountain y el Salton Sea, una obra de land art y un lago salado situados en California, el director Jonas Åkerlund ha creado para la cantante un universo estético que sigue la estela de los clips anteriores. Al principio vemos a Kesha muerta, en su propio funeral, mientras dos babeantes hombres con cabeza de cerdo velan por ella. También la vemos tumbada sobre unas tablas, a la deriva mientras la escuchamos decir:
¿Estoy muerto? ¿O es uno de esos sueños? ¿Esos sueños horribles que parecen durar para siempre? Si estoy viva, ¿por qué? Porque si hay un Dios o lo que sea, algo, en alguna parte, ¿por qué he sido abandonado por todos y todo lo que he conocido? He amado. Atada. ¿Cuál es la lección? ¿Cuál es el punto? Dios, dame una señal, o tengo que darme por vencida. Ya no puedo hacer esto. Por favor, déjame morir. Estar vivo duele demasiado.
Su nombre y el de la canción aparece en los colores del arco iris en una letra que imita la escritura hindi. Ella aparece entre escombros y desorden, en lo que parecen los restos de una casa pero también caminando ante viejos televisores con palabras y frases hirientes pero habituales. Su vestuario es el más extravagante que le hemos visto hasta la fecha, combinando abrigos de pelo con pantalones de lentejuelas, arco iris e incluso un velo con mariposas. Puede que la inspiración más directa aquà ya no sea la fiesta o la psicodelia sin sentido si no la espiritualidad hippie y Janis Joplin.
La iconografÃa y las referencias a la religión son constantes. Algunos encontraron esto confuso y decÃan que Kesha se estaba proclamando de algún modo salvadora o lÃder espiritual cuando realmente a la única que se está salvando es a sà misma y utiliza las metáforas sagradas como imagen de su propia catarsis. La vemos rezar frente a una cruz de neón, tocar el piano enfundada en un mono de lentejuelas con alas y una corona de espinas, ondear su propia bandera a la orilla del lago o quedarse envuelta entre redes. Pero el videoclip también nos trae la parte inquietante con los hombre cerdo, que nos recuerdan a los de American Horror Story: Roanoke, pero que se encuentran en el folclore de Estados Unidos en Georgia, Texas, and Vermont por ejemplo. También la vemos lanzar polvo de colores como se hace durante el Holi hindú, un festival que celebra la victoria del bien contra el mal. Tras ver a un pájaro con todos los colores, librarse de los hombres cerdos, de las redes y llorar un lÃquido negro la cantante se levanta y camina sobre el agua mientas una ballena nada ante ella (que para los inuit es un espÃritu que ayuda a expresar las experiencias emocionales y a superarlas) y el arco iris se ve en el cielo. Paradojicamente, pero con todo el sentido, podemos leer al final: «el principio».
La verdad es que no tenÃamos muy claro que es lo que pasarÃa con Kesha tras esa batalla legal donde perdÃa el juicio y ella cambiaba la demanda de ciudad y estados para intentar liberarse de Dr. Luke. SabÃamos que estaba trabajando en nueva música pero no esperábamos que fuer a publicar Rainbow, su tercer álbum de estudio, el 11 de agosto de este mismo año. Lo que si que tenemos claro es que su sonido a cambiado y se ha centrado en su catarsis emocional para crear canciones como Praying, su nuevo single. Una balada sencilla con un piano, coros y unos pocos violines que expresan el dolor, el perdón y la catarsis que ha vivido la cantante. El video, por su parte, nos ofrece una cantidad de referencias visuales abrumadoras donde el loco mundo de Kesha de fiestas y purpurina ha virado hacia metáforas sagradas llenas de color y hippismo. Esperemos que Kesha triunfe como se merece en esta nueva etapa y nos siga dando canciones tan desgarradoras y hermosas como esta.
Aquà puedes leer la letra original de la canción y su traducción al castellano.
Well, you almost had me fooled Told me that I was nothing without you Oh, but after everything you’ve done I can thank you for how strong I have become Cause you brought the flames and you put me through hell I hope you’re somewhere praying, praying I’m proud of who I am Cause I can make it on my own You brought the flames and you put me through hell I hope you’re somewhere praying, praying Oh, sometimes, I pray for you at night I hope you’re somewhere praying, praying |
Bueno, casi me tuviste engañada Me dijiste que no era nada sin ti Oh, pero después de todo lo que has hecho Te puedo dar las gracias por lo fuerte que me he vuelto Porque tú trajiste las llamas y me llevaste al infierno Espero que estés en algún lugar rezando, rezando Estoy orgullosa de quien soy Porque puedo hacerlo por mi cuenta Tú trajiste las llamas y me pusiste a través del infierno Espero que estés en algún lugar rezando, rezando Oh, a veces, rezo por ti en la noche Espero que estés en algún lugar rezando, rezando |