El cantante de la juventud, un tÃtulo que Troye Sivan se ha ganado a pulso gracias a Youth, un single con el que se coronó uno de los artistas imprescindibles del 2016. Este sudafricano-australiano es de los que mejor encarnan el espÃritu de lo que se suele denominar millennial. Empezó su carrera como youtuber y al final acabó por conseguir uno de sus sueños: ser cantante profesional. Blue Neighbourhood ha sido su álbum debut y con él ha demostrado su compromiso con su tiempo y con su realidad aprovechando, de paso, para dejar claro que tiene verdadero talento. Tras más de un año de estrenar su primer disco todavÃa sigue con la promoción del mismo tras reeditarlo en noviembre. De todo eso ahora saca como cuarto single Heaven, donde colabora la australiana Betty Who y donde cantan sobre la crecer enfrentándose a los misterios de la sexualidad y el género.
En el mundo del pop, y cuando me refiero a pop hay que entenderlo en el sentido más etimológico de la palabra, excasean músicos que hagan algo por la comunidad LGTB. Elton John o Ricky Martin cantándole a una mujer no ayuda demasiado a normalizar una orientación sexual que hasta hace unos años se consideraba una enfermedad. Troye Sivan sin embargo a querido cantar sobre su propia experiencia y de Blue Neighbourhood se extrae Heaven, el cuarto single de su primer álbum de estudio donde le acompaña Betty Who. La canción ha sido escrita por el propio artista, Alex Hope, Grimes y  Jack Antonoff; además este último ha sido quien la ha producido. Para el Troye de 14 años lo más difÃcil era ser el mismo: cuando se dió cuenta de que era gay empezó a hacerse preguntas sobre si encontrarÃa a alguien, se podrÃa tener una familia, si existe un Dios que este le odiara o no o si podrÃa ir al cielo aún siendo homosexual. Al final ganó autoestima y llegó a la conclusión de que si hay un cielo en el que no pueda ser el mismo quizá no quiera ir a él. De esa reflexión auto-terapéutica surgió esta balada poderosa balada llevada por un delicado piano hacia una percusión liberadora y delicados y tenues sintetizadores que crean una atmósfera perfecta junto a la voz de los dos australianos.
El vÃdeo ha sido dirigido por Luke Gilford quien ha optado por el blanco y negro para combinar distintas imágenes y darle cohesión a todo el relato. Nos encontramos a Troye cantando en un set oscuro vestido con una camiseta blanca y una cazador vaquera a esto se le van alternando fragmentos de otros clips donde vemos parejas homosexuales riendo, amándose, pasándolo bien, casándose, besándose, durmiendo juntos al igual que también vemos manifestaciones en favor de la igualdad, reclamando los derechos que en su momento se les negaba al colectivo LGTB y que hoy todavÃa se les sigue negando en muchos sitios. A esto se le suma al propio Sivan abrazando el torso desnudo de otro chico que le abraza, le acaricia la cara y le toca con suma dulzura. Pero también hay momentos más duros, como la lucha por el matrimonio homosexual o detenciones en manifestaciones pacÃficas.
Mientras el cantante y el otro chico de abrazan se proyectan sombras de árboles sobre ellos, pero también vemos como se dan la mano o como le tapa los ojos al australiano. De pronto comienza a llover sobre el cantante y este recoge el agua en sus manos mientras las gotas empieza a anidar en su rostro. Drag queens, antiguas pruebas médicas (puede que en alusión al SIDA), más manifestaciones, la elección del ya icónico Harvey Milk y algunas fiestas son rescatadas del archivo para sumarse al videoclip. Si queremos profundizar más en el significado del vÃdeo la lluvia es como un bautismo, una forma de aceptación de sà mismo, de un renacer sintiéndose completo, una forma de llevarse el miedo, el temor y la incomodidad sobre su propia orientación sexual, algo que se refuerza con los lirios de agua que porta en una escena. Con respecto al chico al que nunca se le ve la cara podrÃamos interpretar o bien que es el mismo que se quiere y se acepta tal y como es o es el propio Dios que le ama, le corresponde y le acepta. Yo me decantarÃa más por esta última debido a que el chico sin rostro siempre aparece por encima de él, con una luz cenital y Sivan casi siempre le mira desde abajo, como quien mira al cielo para rezar.
Ser un adolescente y afrontar ser diferente, sentir diferente de lo que todos los demás esperan no es fácil y si a eso le sumamos un componente religioso todo puede complicarse más. Troye Sivan pasó por esta batalla y de ella sacó Heaven, donde la fe que primó fue la fe en sà mismo y no es los dogmas impuestos. Esta canción está incluida en Blue Neighbourhood Suburbia Edition, la reedición de su álbum debut, al igual que en la versión original. En esta potente balada la voz de Betty Who añade algo más de delicadeza mientras los dos artistas nos transportan por un mapa emocional de crisis de fe y de aceptación. El video recoge grandes hitos en la historia del movimiento LGTB además de momentos de amor, de simple y puro amor, de libertad y de aceptación, tanto externa como interna y todo sazonado con un metáfora visual en la que el cantante convierte toda esta mezcla en algo conceptual y lleno de sentido. Una midtempo donde el piano y el synthpop se combinan de una forma armoniosa, potente y pegadiza con un mensaje emotivo que puede llegar muy alto en las listas.
Aquà puedes leer la letra original de la canción y su traducción al castellano.
[Troye Sivan] This voice inside The truth runs wild Awake, wide eyed Without losing a piece of me [Betty Who] This voice inside [Troye Sivan] So I’m counting to fifteen Without losing a piece of me The truth runs wild |
 | [Troye Sivan] La verdad corre salvaje Como una lágrima bajando por la mejilla Intentando salvar la imagen, y romperle el corazón a papá Estoy mintiendo a través de mis dientes Esta voz dentro La verdad corre salvaje Despierto, los ojos bien abiertos Sin perder un pedazo de mà [Betty Who] Esta voz dentro [Troye Sivan] Asà que estoy contando hasta quince Sin perder un pedazo de mà La verdad corre salvaje |