Actualizado: 16/02/2019
Publicar un libro parece que ya no es algo extraordinario, cualquier youtuber, twittero o bloggero con una buena legión de seguidores tiene todas las facilidades del mundo para publicar, incluso Belén Estebán ha publicado uno, que ya me dirás tu que si le cuesta hacer una frase mínimamente inteligible como para escribir todo un libro. En el caso de Perra de Satán no podemos decir lo mismo y es que aunque ella saltara a la fama gracias a Twitter su visión del mundo, sus estudios y su talento hacen que su primer libro sea completamente distinto. Esto no es un libro con supuestos consejos de moda de una ego-blogger, no es una chorrada para rellenar páginas y contentar a los fans. Perra de Satán. Kilo arriba, kilo abajo es una novela como los dioses mandan.
Me gustaría poder decir que Perra de Satán. Kilo arriba, kilo abajo, es un pedazo de libro, pero si dijera eso estaría mintiendo. Tampoco puedo decir que es un librazo porque también sería mentir. No puedo decir que es un pedazo de libro porque un pedazo de libro es un capítulo y para ello las señoras de Ediciones Versátil te dejan leer el segundo capítulo del libro on-line y aquí mismo. Y tampoco puedo decir que es un librazo porque con 167 páginas no llega a la categoría de tocho tipo algunos de Harry Potter o los de Memorias de Idhún que son a los que realmente se les puede llamar librazo por su peso y tamaño. Lo que si que puedo decir es que es una novela maravillosa, divertida, única y completamente irreverente.
Perra de Satán empezó como una cuenta en Twitter donde el nick @perradesatan y una foto de comunión formaban ya un todo desconcertante y atrayente a partes iguales. A esto se le sumaban tweets de todo tipo, pero que parecían tener una cosa en común: no pasaban por el filtro que nosotros mismos solemos aplicar antes de hablar. Imagínate lo que tiene que ser ver a una niña en la edad de la comunión hablando de penes, de que tiene un retraso y que piensa meterse una percha por el coño por si acaso o que tenga una vecina que lleva media hora gritando por teléfono y en vez de en pensar que se calle piense que ojalá se muera (y esto son solo algunas de esas cosillas recientes que la caracterizan, imagina como serán sus greatest hits.)
Pero bueno aquí no hemos venido a hablar de su Twitter, el cual podéis cotillear aquí; aquí hemos venido a hablar de su libro. Una de las ventajas de ser el presidente de sus perrilovers (si, mi nivel de frikismo ha llegado al nivel de inventarme un nombre para sus seguidores y hacer que la gente votase cual le gustase más) es que yo he leído su libro mucho antes de que estuviese a la venta y por ello yo ya puedo hacer mi crítica. Aquí la vida y milagros de Beatriz, quien se esconde tras Perra de Satán, se mezcla con un poco de fantasía y muchas dosis de mala leche y descaro. Imaginad como puede ser la cosa cuando ya en el primer capítulo nos suelta una perla del tipo: «Todos tenemos nuestras manías. La mía, persignarme antes de follar». Pues así durante todo el libro.
¿Nunca has pensado algo y te lo has callado por si puede ofender o herir a alguien? Pues Perra de Satán no sufre de ese filtro y ello la encumbra por encima de la mediocridad terrenal para hacer de cada cosa que le pasa algo digno de escuchar porque ella consigue que todo tome un cariz especial. De un tiempo para acá las gordas se han puesto de moda (y digo gordas porque Perra de Satán así lo querría), ella ha sabido aprovechar muy bien todo esto, dadas las dimensiones de su grandiosidad, y coger una dieta como escusa para acabar de darle libertad total a un personaje que es ella sin ser ella.
La historia comienza contándonos como decide ponerse a dieta solo por el hecho de no querer ser como los demás, porque haber engordado a esos niveles le parezca vulgar. Este es sólo el pretexto con el que nos cuenta la historia de un verano que pasa volando y que acaba en su cumpleaños. Todo un mundo diseñado por y para que Perra de Satán pueda ser ella misma. Un sin fin de cosas contadas en primera persona, porque todo esto que leemos no es ni más ni menos que el monólogo interior que se arma esta chica sobre su propia vida. Aquí nos desvelará el porqué utilizar su foto de comunión para decir burradas en Twitter, o el mismísimo origen de su nick.
Esto no es una serie de relatos aislados, como si fueran entradas en un blog o artículos literarios agrupados en un libro. La historia tiene una trama que va continuando por toda la novela aunque a veces puede resultar algo escasa, es decir, hay momentos en los que necesitamos que nos cuente algo más entre una cosa y otra. Pero puede que ahí resida también la magia de todo esto y es que al estar contada en primera persona aquí lo que leemos son recuerdos y las cosas que no te marcan, que no te parecen importantes acaban borrándose o reduciéndose en las lagunas de la memoria. Aún con todo aquí entendemos algo mejor a un personaje que era hasta ahora un fenómeno de las redes sociales, aquí Perra de Satán toma forma y adquiere mayor complejidad.
No voy a ocultar que yo ya era fan de Perra de Satán, soy el presidente de su club de fans por algo, pero este libro me sorprendido en muchos sentidos. Yo me esperaba otra cosa pero creo que esta novela es incluso mejor de lo que me hubiera podido imaginar. Además el carácter de la protagonista siempre te pilla desprevenido; cuando piensas que ya ha sido lo suficiente políticamente incorrecta, va y lanza algo nuevo e inesperado que te hará soltar una carcajada. Ella es ese tipo de persona que logra montarse todo un espectáculo a su alrededor y en su cabeza todo es la vida de una diva, y puede que fuera de ella también lo sea. No podremos saberlo desde un punto de vista objetivo pues el libro solo nos muestra lo que piensa y eso es más que suficiente para hacernos disfrutar como, con perdón de la expresión , como una perra. Y a esto hay que sumarle las fantásticas ilustraciones de Ana Belén Rivero que aportan una nueva red social a todo este mundo que se monta la Perra y que dotan a todo de más hilaridad si cabe.
Solo hay una pequeña cosa que no me ha gustado del libro y es que me ha sabido a poco. En ciertas partes hubiera necesitado más explicaciones, saber más de como van ciertas cosas, de que piensa, que le pasa, está todo como muy concentrado y la vida de Perra de Satán tiene pinta de ser tan interesante que a veces te queda un poco a medias. Aún así puede que esto sea bueno y que esas ganas de más de a los lectores, porque imagino que no seré el único al que le pase esto, se transformen en un segundo libro y así comience la saga de Perra de Satán.
Así y para resumir un poco todo esto lo que si que podemos decir es: que es una novela humorística que cruza las barreras que otros escritores no se atreven a pisar y desde la blasfemia a la más pura desvergüenza Perra de Satán nos relata su vida desde su peculiar óptica, una visión donde los kilos de más, los penes y varios cambios vitales jugarán un papel más que importante. Disfrutarás y devorarás esta novela pero te quedarás con ganas de más, y esas ansias no se si se podrán aplacar con una tarta de tres chocolates tal y como haría ella, pero lo que si es seguro es que sus fans acabaremos por pedir una y otra vez un segundo libro que continué con sus aventuras. Además nos queda más que claro que nadie ha sabido sacarle tanto provecho a las fotos de su comunión.
Nota: 9,1 sobre 10
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