Que se hable en todo el mundo de un acontecimiento deportivo de ámbito nacional solo lo pueden conseguir muy pocas cosas, aunque para ser sinceros lo que más importa no es el partido en sÃ. El espectáculo del descanso de las Super Bowl se ha convertido en el foco de atención debido a que siempre cuenta con grandes artistas para amenizar la final. Desde Janet Jackson y el desafortunado accidente donde enseño un pezón (lo que llevó a los fundadores de YouTube a crear la plataforma para que todo el mundo pudiera ver ese momento), Internet ha facilitado que todos estemos pendientes del intermedio para ver a alguna celebridad ofrecer un gran espectáculo en no más de 15 minutos. Para la Super Bowl LI la NFL decidió contar con Lady Gaga y la expectación estaba más que justificada por ver que hacÃa la excéntrica cantante.
Madonna, Beyoncé, Katy Perry, los Black Eyed Peas, Coldplay, Janet Jackson… Ha habido un sin fin de artistas que han amenizado el intermedio de la Super Bowl a lo largo de los años. Para la Super Bowl LI este año la National Football League (NFL) ha decidido contar con Lady Gaga para el esperado halftime show. Si ya la vimos vestida con trozos de carne, salir de un huevo o cubierta de encaje por todas partes la expectación de lo que podrÃa hacer la artistas era algo generalizado. Aunque viendo como ha ido evolucionando durante los años Gaga está cada vez más comedida y ha pasado de lo histriónico a un glamour y un exceso más propio de la alta costura. Con Joanne, su quinto álbum de estudio, tenÃamos la prueba de que su estilo ha evolucionado en todos los sentidos y era de esperar que la cantante hiciera algo más refinado y no un exceso por el exceso como al principio de su carrera. Además el siempre marcado carácter polÃtico de la artista también
Todo comenzó con una mezcla del tradicional God Bless America y This Land Is Your Land de Woody Guthrie, siendo esta combinación el más claro mensaje polÃtico de su actuación. Vestida con un mono personalizado de Versace de lentejuelas plateado, con mangas y hombreras voluminosas con botas de tacón altas y un maquillaje que imitaba a un antifáz Gaga cantó desde el techo del Estadio NRG, en Houston, Texas clamando por la unidad:
Esta tierra es tu tierra, esta tierra es mi tierra, esta tierra fue hecha para ti y para mÃ
Tras gritar «Justicia y libertad para todos» se tiró al vacÃo. Todo un mensaje que contrasta contra las polÃticas que está llevando Trump que se ilumino a las espaldas de ella con estrellas danzantes. Esta hija de inmigrantes italianos se lanzó al vacÃo tras decir esto y sostenida por un arnés y unos cables descendió al suelo del estadio para ofrecernos un medley con sus mayores hits. Aterrizando en una torre inspirada en las space operas y en el género futurista postapocalÃptico sonaban pequeños fragmentos instrumentales mezclados de Dance In The Dark, Just Dance, LoveGame y Paparazzi que culminaron con ella gritando «I’’m on the edge» de The Edge Of Glory. Tras ello le llegó el turno a Poker Face, el primero de sus singles que pudimos del que pudimos escuchar un extracto algo mayor. La coreografÃa original de la canción se nutrió de parones (para demostrar que todo estaba siendo interpretado en directo) y vuelos originados por los cables. Tras una nube de humo salió despedida dando giros para aterrizar en el escenario a ras de suelo.
Todo estaba inspirado en las estrellas y en el espacio. Allà abajo la esperaban sus bailarines que se movieron para rellenar esos segundos en los que Gaga se desprendÃa del arnés y se soltaba el recogido para sustituir su corto peinado inicial. Born This Way sonó enardeciendo al público allà congregado y dejó una anécdota en la historia de la Super Bowl: ha sido la primera vez que se ha dicho la palabra «transgénero» de entre todas sus ediciones. Uno de las mejores partes coreográficas que tenÃan de fondo llamaradas intermitentes y que ha sido un gran gesto a la comunidad LGTB, esa a la que ella siempre ha defendido. Tras separarse de la masa de bailarines ataviados de negro y plateado se junta con tres chicas para emular los gestos de Telephone, el siguiente hit en ser interpretado. Hablando desde un futurita, geométrico e iluminado teléfono móvil comenzó la canción, a este le siguió un cetro coronado por una estrella, emulando a aquellos discosticks, de su primer disco. El público de pronto alzó luces que empezaron a formas estrellas y que durante todo el número seguirÃan creando composiciones tanto en forma como en color. Y mientras uno de los chicos la coge en brazos como una madonna cogé a su hijo moribundo mientras ella seguÃr cantando como si nada.
La coreografÃa original siguió tal y como estaba pensada, eso si sin la colaboración de Beyoncé, mientras volvÃa al centro del escenario y con todos su bailarines vestidos de negro. Stefani Joanne Angelina Germanotta se enfundo una chaqueta dorada, también de Versace, y una keytar (ese hÃbrido entre guitarra y teclado) para comenzar con Just Dance. Mientras ella le daba a las teclas un bailarÃn le iba colocando el micro sin descuidar su coreografÃa y otros cuatro le hacÃan el acompañamiento con voluminosas y «prismatizadas» chaquetas plateadas. Su coro apareció ataviados de cuero y flecos para llevársela a otra zona mientras el espectáculo de coreografÃa y luces seguÃa su curso. Subida en una plataforma Gaga, y ya sin el maquillaje con pedrerÃa de los ojos, toco el piano para interpreta Million Reasons, su último single. Aquà demostró su dramatismo y su capacidad vocal mientras los demás hacÃan sus juegos de luces sin poder dejar de escucharla. Se zambulló entre sus seguidores e incluso abrazó a una de ellas mientras cantaba para desaparecer nuevamente entre el público.
Los bailarines sirvieron nuevamente de distracción hasta que llegará la protagonista del show, esta vez vestidos de blanco mientras comenzaba a sonar el mayor éxito de la cantante. Gaga se cambió de ropa para Bad Romance, luciendo equipación de fútbol americano debidamente personalizada, shorts y botas altas. Una coreografÃa maravillosamente bien ejecutada, recreando los movimientos originales del videoclip y que añadieron nuevas rutinas entre llamaradas. Subida a una plataforma que se iba alzando con ella. Lady Gaga voló por el escenario a manos de sus bailarines para cruzarlo y subirse a otra plataforma diferente donde le acabaron lanzando un balón de futbol americano para que más tarde ella se lanzará al vacÃo de nuevo. Una actuación de oro, que ha sido irreprochable en su ejecución pero de la que parece que otros esperaban algo más de lo que hablar.
No ha necesitado grandes carrozas como Madonna, ni un animal robótico gigante. Lady Gaga se ha tirado al vacÃo, ha cantando por primera vez en la historia de la Super Bowl, desde el techo del estadio, ha ido cambiando de look gradualmente y bailado sin dejar de cantar en un riguroso directo. Puede que no haya sido uno de los números más grande vistos en un halftime show, pero si puede que uno de los mejores. Según Brandon Maxwell, el estilista de la cantante, se ha querido homenajear con su vestuario a los diseños con los que sorprendió en sus primeros discos. Las ya mÃticas coreografÃas han sido adaptadas y llevadas a cabo de la mejor forma posible. Todo estaba pensado, calculado y ensayado al milÃmetro lo que ha conducido a un espectáculo inigualable.
Puede que se haya parecido más a lo que ella puede ofrecer en un concierto de sus giras y no a la extravagancia que podrÃamos esperar de una actuación como esta y de una aparición de aquella mujer que se pasó toda una gala de premios interpretando a un personaje de su creación. Puede que haya faltado algo del mensaje polÃtico esperado, que no haya dejado algún meme destacable, pero lo que si está claro es que Lady Gaga ha demostrado que se puede hacer algo grande sin alardeos, con múltiples referencias pop a su propia carrera y dejando el pabellón bien alto para el artista que le tome el relevo el año que viene.