Que si fúbtol por aquí, que si pierden, que si ganas, que si viene, que si dejan de venir, no se puede hablar de otra cosa, o por lo menos esa impresión da cuando estamos embutidos en el Mundial. Y es que para los que no nos gusta el fúbtol es todo un suplicio no poder ni siquiera evadirte en las redes sociales porque parece ser que hasta el último mono está publicando contenido sobre una pelotita allá en Brasil. Y es que el fútbol, por una razón que no llegamos a entender, mueve montañas, y a los que no nos gusta nos saca de quicio. Alex: Hola querida Perra de Satán, ¿qué tal te va todo? ¿nerviosa por volver a España? Espero que todo te vaya muy bien y que disfrutes al máximo lo que te queda en Reino Unido. Yo estoy aquí desesperándome entre unas cosas y otras. Algo que no me ayuda a calmarme y a conseguir desconectar es el Mundial de Fútbol, ya sea por parte de los que están eufóricos por ves a 22 tíos en pantalones cortos tras una pelotita para meterla entre tres palos o por los que se quejan de que sale muy caro, que es una mera distracción sobre lo que es verdaderamente importante y todas esas polémicas que a mi por lo menos me resultan ya aburridas hasta la extenuación. @perradesatan: A mí me pillas en un momento de mi vida que paso total del fútbol. Puedo entender que haya gente que se vuelva loca con él, pero yo hace poco tuve que decir ¡BASTA YA! Estoy harta de que el fútbol esté por todas partes, de que no descansemos nunca del fútbol, de que sea tema de conversación allá donde vayas… y de que sea motivo para que la gente se pelee