El 11 de agosto de 2017 es una fecha muy importante para Kesha, es el día en que Rainbow, su tercer álbum de estudio, ve la luz y con él se libra del control creativo que la ahogo durante sus dos primeros discos. Desde que anunció su regreso ha ido publicando diferentes canciones para que pudiéramos ver su cambio tanto a nivel personal como ha artístico que ha tomado. Tras la impresionante Praying, una balada que nos sorprendió gratamente, la divertida y pegadiza Woman, y esa joya pop con tintes épicos que es Learn To Let Go decidió sacar como siguiente single Hymn pero no sabemos si se ha arrepentido de seleccionar esa canción como sencillo ya que no ha sido la siguiente en tener videoclip. En este caso ha sido Rainbow, la que vertebra el concepto del disco y que se encuentra hacia la mitad del mismo la siguiente en aparecer con su propio material audiovisual.
Sabemos que Kesha ha estado trabajando muy duro en Rainbow, un disco donde vira su sonido hacia algo más orgánico y tradicional sin alejarse del todo de las tendencias. Aunque parecía que Hymn iba a ser el siguiente single ahora la californiana se ha centrado en promocionar el corte titular del álbum. La canción ha sido escrita por la propia artista y ha sido producida por Ben Folds (además los arreglos orquestales los ha dado la diestra mano de Rob Moose). Como viene siendo ya habitual ha publicado una carta, esta vez en Refinery 29, explicando este tema. Ella estaba en rehabilitación recuperándose de su trastorno alimenticio, no le dejaban aparatos de ningún tipo, hasta que al final le permitieron un teclado durante una hora al día. Así entre llorando y jugando llegó a escribir Rainbow, una metáfora de una promesa a sí misma, que tendría su arco iris tras su larga y oscura tormenta. Es una pista cruda que se abre sólo con su voz y unos acordes simples de piano mientras nos transmite algo completamente personal y se presenta vulnerable. Con el estribillo llega el sonido de una orquesta completa en vivo creando todo un himno épico, de esos de los que el pop nunca tiene suficientes. Conectar con la emoción, cerrar los ojos y dejarse llevar es sencillo y completamente mágico con esta canción.
El vídeo ha sido dirigido por Lagan Sebert, el hermano de la cantante, que se llevó un equipo de cámaras mientras ella y los músicos grababan la canción. Todo se grabó en los estudios de Capitol Records en Los Angeles, en una de las salas donde también grabó Frank Sinatra. El principio es totalmente real y no hay nada impostado o preparado, de hecho parte de lo que quisieron hacer era recoger el sonido real para mostrar lo orgánico de todo el proceso. Así Kesha aparece con una chaqueta donde el arco iris ya está presente mientras saluda a los músico o se pone a afinar con los que harán los coros para esta canción. El estudio está decorado con grandes tapices con una estética un tanto hippie, parte de la gran influencia visual de esta etapa de la cantante. Ben Folds toca el piano mientras Kesha canta con un estilismo country que recuerda bastante a Dolly Parton, con quien canta en una de las pistas finales del álbum.
Realmente no hay mucho que poder contar sobre este videoclip ya que es simplemente las imágenes de como se graba una canción. Con esto quizá nos damos cuenta de que en un panorama pop donde todo está sumamente cuidado, producido y tocado por ordenadores la organicidad y sencillez de esta canción la hace más propia de un disco acústico que de un álbum de estudio al uso. Para intentar añadir algo más al contenido visual la cámara va filmando a todos los música y cantantes y se añaden unos filtros que emulan una vieja película de vídeo con sus pequeños defectos por el tiempo. También debía de aparecer el arco iris por algún lado y se ha añadido mediante post-producción con luces que de vez en cuando cruzan la pantalla al igual que se ven incluidos de la misma forma destellos de luz desenfocados.
Poco a poco parece que Kesha quiere hacer un álbum visual igual que otras cantantes han hecho recientemente, antes de que saliera a la venta su tercer disco ya hemos visto tres videoclip y con Rainbow llega el cuarto, y sabemos que aún quedan algunos más por ver la luz. Esta es una de las canciones con más fuerza y donde la crudeza de sus emociones se siente de forma más palpable, no por nada fue la que inspiró el resto del disco. El video no aporta mucho ya que es solo se centraron en rodar la grabación de esta pista en el estudio. Lo que si que está claro es que Kesha ha tomado las riendas de su propia voz y su música y quiere salir de esa zona oscura donde se encontraba para poder ver todo los colores del arco iris. Y con canciones así solo podemos complacernos de acompañarla en esta travesía.
Aquí puedes leer la letra original de la canción y su traducción al castellano.
I used to live in the darkness Dress in black, act so heartless But now I see that colors are everything Got kaleidoscopes in my hairdo Got back the stars in my eyes, too Yeah, now I see the magic inside of me Yeah, maybe my head’s fucked up I’ve found a rainbow, rainbow, baby I’d forgot how to daydream And I know that I’m still fucked up You’ll find a rainbow, rainbow, baby I found a rainbow, rainbow, baby |
Vivía en la oscuridad Vestida de negro, actuando tan cruelmente Pero ahora veo que los colores son todo Tengo caleidoscopios en mi peinado Recuperé las estrellas en mis ojos, también Sí, ahora veo la magia dentro de mí Sí, tal vez mi cabeza está jodida He encontrado un arco iris, arco iris, nena Me había olvidado de cómo soñar despierta Y sé que todavía estoy jodida Encontrarás un arco iris, arco iris, nena Encontré un arco iris, arco iris, nene |