Hay muchos grupos y artistas que para promociona sus trabajos se vuelven incansable y casi virales lanzando material uno tras otro. Así es como se están comportando los británicos Florence + The Machine que están promocionando How Big, How Blue, How Beautiful, su tercer álbum de estudio el cual se espera que vea la luz el 25 de mayo de este mismo año. Por el momento ya han estrenado como singles What Kind Of Man y St. Jude y ahora se lanzan con Ship To Wreck para seguir llamando la atención del público y mostrándonos los diferentes sonidos que podremos encontrarnos en el disco, aunque este último sencillo va más en la línea del primero de esta nueva etapa, pero todos tienen en común esa línea común inspirada en ese particular descenso a los infiernos, la temática de este disco, que como cada uno del grupo siempre tiene algún concepto central.
Sin aún dejarnos tiempo para recuperarnos y asimilar St. Jude, aquella balada que servía como segundo single de How Big, How Blue, How Beautiful los chicos de Florence + The Machine han decidido lanzar un nuevo sencillo para promocionar este tercer disco que saldrá muy pronto a la venta. Con Ship To Wreck se lanzan a algo más movido mucho más que los temas que ya hemos escuchado. La canción ha sido escrita por Florence Welch y Kid Harpoon y ha sido producida por este último y Markus Dravs. Según la propia cantante este tema trata sobre su propia parte destructiva y de como se puede hacer algo para derribarlos, disfrutar y destruir, crear y devastar. Cuando estás en ese torbellino, que a menudo termina por romper aquello que amas. La percusión es ágil y junto a las guitarras eléctricas de fondo crean la base perfecta para que Florence se deje llevar por ella desatando su voz en el estribillo creando algo hipnótico y pegadizo que puede llevar al grupo al número uno de las listas.
El vídeo ha sido dirigido por Vince Haycock quien ha situando toda la acción en la propia casa de Florence en la vida real. De noche, en la calle, la cantante está arrodillada con la cabeza gacha; cuando la levanta y mira hacia arriba empieza a sonar la música. Desde la ventana la vemos afuera y nos introducimos en la casa donde ella está tirada en el suelo en sujetador al lado de botes de pastillas y lo que parece un ataque violento por las cosas en el suelo. Se despierta, se sienta en la cama y acaricia a su novio, se va al baño y enloquece tras mirarse en el espejo y mojarse las manos y se echa a dormir en la bañera. De vuelta en la habitación la vemos de espaldas a él y al final se pelean y baja las escaleras. Acaba en el ropero done el chico la va a buscar, pero ella le vuelve a rechazar de un empujón, se va a la habitación contigua, que es otro vestidor y allí se rinde al llanto y al dolor. En la otra habitación aparece dándole a él con la ropa, tirándose de la silla y volviendo a empujarle.
Ya vestida aparece en el salón para leer, por ves primera las dos Florence aparecen en el mismo plano, mientras una estaba sentada encima del chico en un arrebato de pasión, la otra la empuja para besarle, una separa a la otra, grita y la otra se enfada con su novio y se sienta a llorar. Con un giro de cámara comprobamos su bipolaridad y tan pronto lo abraza como lo separa de sí para enloquecer saltar sobre el sillón y golpearlo. El videoclip ahora pasa a la cocina donde la cantante atiende una cena con muchos invitados hasta que su parte destructiva se sube a la mesa, les golpea y tira todo lo que encuentra. Mientras la peor parte de ella sigue en la casa golpeando la mesa, los comensales se agolpan en la ventana mirando al jardín donde ella ahora canta y donde él la va a buscar y como siempre se abrazan y ella lo aparta. Ahora en las escaleras vemos como las dos parte de la artista luchan entre sí, se persiguen subiendo los pisos y acaba enloqueciendo, como poseída en el último hasta volver a desmayarse junto a las pastillas.
Uno de los tópicos del indie es el hedonismo, ese sueño de eterna juventud, esa insustancialidad escondida entre enrevesadas letras, y no es que lo diga yo, Víctor Lenore en su último libro es quien defiende esta tesis; pero siempre hay grupos que se saltan la regla. Florence + The Machine siempre ha tenido unas complicadas letras, pero eso siempre se ha debido a álbumes conceptuales donde se trataban determinados temas. En How Big, How Blue, How Beautiful, su tercer disco de estudio se ha centrado en vivir, en como enfrentarse al mundo, incluso con sus partes males. Y justo esto último es lo que trata en Ship To Wreck, el tercer single del disco, donde habla de la parte destructiva que se esconde dentro de uno mismo, en enfrentarse a ella, aunque te destruya a tí mismo y todo eso con un estribillo pegadizo y una base retro con componentes de rock clásico e indie actual. El video, a parte de mostrarnos el gusto en decoración de la cantante y de que en su casa tiene dos habitaciones como vestidor juega con esa idea de que tenemos dos partes, una amable y otra violenta, que unas veces podemos amar y otras destruir aquello que amamos y que al final nos tendremos que enfrentar a ello de alguna manera. Lo que si que es seguro que con esta canción no destruirá su carrera, si no que añadirá un éxito más a la lista.
Aquí puedes leer la letra original de la canción y su traducción al castellano
Don’t touch the sleeping pills, they And oh my love remind me To wreck What’s with the long face? And oh my love remind me To wreck And good god And oh my love remind me To wreck To wreck |
No toques las pastillas para dormir, ellas Pierden el tiempo con mi cabeza Limpiando los grandes tiburones blancos Nadando en la cama Aquí viene una ballena asesina A cantarme para dormir Agitando las cubiertas Me tiene comprando entre dientesY oh mi amor recuérdame ¿Qué fue lo que te dije? No puedo dejar de tirar de la tierra a mi alrededor Para hacer mi cama Y oh mi amor recuérdame ¿Qué fue lo que hice? ¿He de bebido demasiado? ¿Estoy perdiendo el contacto? ¿Acaso voy a construir este barco para destruirlo? Destruirlo ¿Qué pasa con la cara larga? Y oh mi amor recuérdame Destruirlo Y buen dios Y oh mi amor recuérdame Destruirlo Destruirlo |