Actualizado: 23/01/2023
Desde que el videoclip de Vogue de Madonna y el documental Paris is Burning aparecieron las balls han pasado a formar parte de la cultura pop, especialmente el voguing, pero sus inicios realmente fueron parte de una subcultura underground. Pero de nuevo la escena ballroom vuelve a estar en el foco mediático gracias a series como Pose o a concursos como Legendary además de todo el contenido viral que circula por Internet en el que el voguing toma un papel protagonista. Pero para poder apreciar la complejidad y la riqueza de esta escena tenemos que conocer su historia.
Las drag balls: el comienzo de una cultura LGBTQ+
A finales del siglo XIX la comunidad negra y latina de Harlem, en Nueva York, comenzó a organizar drag balls: eventos que mezclaban las mascaradas y una gala de baile. El Hamilton Lodge, No. 710 acogÃa regularmente estas galas en lo que se conocÃa como las Hamilton Lodge Balls o Faggots Ball (El baile de los maricones) por la sociedad post guerra civil estadounidense. Aunque también se organizaron en otros lugares de Nueva York como el Rockland Palace o el Madison Square Garden.
Los asistentes variaban en raza, género y sexo, con algunas mujeres vistiendo ropa masculina, pero el gran reclamo eran los hombres que se travestÃan y lucÃan sus vestidos, trajes y cuerpos fruente a un panel de jueces como en un tÃpico concurso de belleza de mujeres cisgénero. Estas drag balls se comenzaron a celebrar por diferentes ciudades en Estados Unidos aunque las de Harlem eran las que más prestigio y popularidad conservaban.
Las balls continuaron durante décadas y fueron ganando popularidad y notoriedad. Durante los primeros años del siglo XX, las drag balls fueron consideradas ilegales y tabú por el testo de la sociedad acaparando titulares en la prensa de la época. Esto llevo a que las competiciones se volvieran más underground, lo que añadió un atractivo extra. Según los propios medios las drag balls pasaron de contar con «unos pocos y valientes espectadores» a finales del siglo XIX a contar con cientos de espectadores en la década de 1930. De hecho en la Biblioteca Pública de Nueva York todavÃa se conservan algunos de estos artÃculos.
El Renacimiento de Harlem en la década de 1920 impulso a los artistas negros no solo a reinventar su arte si no a experimentar y explorar el género, el sexo y la sexualidad de formas nuevas, lo que impulsó las drag balls. Aunque es cierto que las drag balls eran interraciales los prejucios y el racismo seguÃan jugando un papel importante. Los jueces generalmente favorecÃan a los participantes blancos y a los que tenÃan más caracterÃsticas eurocéntricas. De hecho en el recorte de The New York Age que vemos arriba se especifica la raza de los ganadores de una ball de 1926. No fue hasta 1936, 69 años después de la primera ball, con alrededor de 8000 espectadores, que un concursante negro que se llevó el primer premio.
Las drag balls se expandieron a otras grandes ciudades desde sus comienzos. Chicago por ejemplo tuvo algunas notables pero solo podÃa celebrarlas en Nochevieja y Halloween, dos de los pocos momentos en el año que un hombre podÃa vestirse de mujer y no ser arrestado. Se rumoreó que Alfred Finnie (un estafador gay negro) organizó la primera ball en 1935 en el sótano de un bar.
Pero también se dice que John Coughlin y Michael Kenna organizaron las primeras balls en el Chicago Colliseum con una especie de procesión compuesta por prostitutas, drag queens, carteristas, chulos y madames entre otros. La noche normalmente acababa con algún tipo de disturbio. Estas balls se organizaron hasta 1909 cuando el alcalde presionado por grupos cristianos las prohibió. Debido a que muchos de los participantes no querÃan ser descubiertos en esa época se conserva poca documentación y es por eso que Chicago alega haber empezado a organizar balls mucho antes de Nueva York pero las neoyorquinas superaron en glamour, disponibiliad de espacios y una mejor cobertura por parte de las paginas de sociedad de la prensa de la época.
El nacimiento de la escena ballroom o las house balls: una respuesta al racismo
Lo que conocemos como escena ballroom o ballroom escene la actualidad surgió como respuesta al racismo que habÃa a la hora de elegir a las ganadoras de las drag balls. Cuando Rachel Harlow, Miss Philadelphia, se llevó la corona en 1967 en Miss All-American Camp Beuty Pagent la concursante negra Crystal LaBeija, que representaba a Manhattan, reclamó que los jueces habÃan discriminado a los concursantes negros y latinos y que la coronación estaba manipulada porque las drags negras y latinas siempre quedaban excluidas del primer puesto. LaBeija se negó a participar en más drag balls pero no abandonó por completo la escena. A principios de la década de 1970, la drag queen Lottie LaBeija convenció a Crystal para que organizase su propia Ball. De este modo nació la House of LaBeija, la primera casa de la escena ballroom con Crystal como madre de la casa.
Desde su comienzo las casas o houses de la escena ballroom ofrecieron un espacio seguro para las personas negras y latinas LGBTQ+, en especial para los gays y las personas trans. Las casas se convirtieron en familias más que en equipos liderados por las madres de la casa para preparar y guiar a sus hijos no solo en las balls, si no también en el mundo. AsÃ, no solo les enseñaban la mejor forma de desempeñarse a través de las categorÃas, sino que también les acogÃan y les daban un techo cuando huÃan de sus familias por su orientación sexual o identidad de género y les ayudaban a hacerse un hueco en la sociedad para poder llegar a ser independientes.
Crystal y Lottie organizaron la primera ball en Harlem a principios de la década de 1970 llamada Crystal & Lottie LaBeija presents the first annual House of LaBeija Ball. Esta ball, creada exclusivamente para personas, trans, gays y queer negras y latinas fue todo un éxito y junto a la House of LaBeija fueron el germen que inspiró a otras figuras destacadas de la escena ballroom a crear sus propias casas desde entonces. No fue hasta 1973 que las drag balls y las house balls se diferenciaron aún más. Esto sucedió cuando Erskine Christian se convirtió en el primer hombre gay en competir, lo que significo un cambio de mujeres trans y drags queens a la inclusión de hombres homosexuales compitiendo como hombres homosexuales. También cambió la estructura de las houses de madre e hijos a madre, padre e hijos.
Además las balls pasaron de ser una competición más basada en los desfiles y los individuos a competiciones basadas en categorÃas donde las diferentes houses competÃan entre ellas. No se buscaba solo la fama individual dentro de la escena sino también traer prestigio y reconocimiento a la house o casa a la que pertenecÃan. Aunque también existen los 007, personas que no pertenecen a ninguna house pero que participan en las balls. Con la consolidación de las categorÃas la diversidad se hizo mucho más amplia y permitÃa a los participantes poder mostrar todo aquello que la sociedad aún les negaba o recriminaba: desde un determinado estatus social, ser reconocidos por lo que eran, ser considerados hermosos o expresarse tal y como eran.
Normalmente las categorÃas se dividen en: performance (donde se compite en diferentes categorÃas y estilos de voguing), fashion (donde lo importante es la ropa y el estilismo), sex and body (donde se compite por tener una cierta imagen fÃsica o transmitir sensualidad) y por último hablarÃamos de realness, aunque algunos incluyen todas las categorÃas de realness dentro de las de sex and body (las categorÃas de realness se centran en poder parodiar y «pasar» como una persona heterosexual y cisgénero, lo que podÃa ser muy útil fuera de las balls en un entorno hostil para la comunidad LGBTQ+). Además las categorÃas se pueden subdividir en función de la experiencia que tuvieran los participantes y su estatus dentro de la comunidad ballroom, su expresión de género o su tipo de cuerpo.
Las kiki balls: un espacio más joven y amateur
Las balls nunca han desparecido y algunas de sus houses se han ido expendiendo hasta convertirse en houses internacionales con presencia en muchos paÃses aunque lo cierto es que a partir de la década de los 2000 apareció una nueva escena mucho más joven: las kiki balls. Las kiki balls comenzaron a organizarse por activistas que ya pertenecÃan a las major scene, es decir lo que conocerÃamos como las balls que empezaron en los años 70. Kiki en el argot o slang LGBTQ+ significa una fiesta o reunión donde disfrutar, reÃr y cotillear, pero llevado al ballroom gana una nueva dimensión pues empieza a designar a una nueva escena dentro de la comunidad ballroom.
Debido a que muchos de los jóvenes LGBTQ+, sobre todo racializados, eran expulsados de sus casas por su orientación sexual o identidad de género, muchos de ellos acaban huyendo a Nueva York en busca de oportunidades. La falta de vivienda ponÃa, y todavÃa pone, a muchos de estos jóvenes en mayor riesgo de contraer VIH ya que tienen que convertirse en trabajadores sexuales para sobrevivir. Es ahà cuando activistas de la escena ballroom ven la necesidad de crear espacios donde dar apoyo y comunidad a estos jóvenes. Alrededor de asociaciones como la Gay Men’s Health Crisis and Hetrick-Martin Institute la comunidad ballroom empezó a organizar pequeñas reuniones donde socializaban y practicaban para las balls que atraÃan la atención de jóvenes LGBTQ+ de entre 13 y 24 años.
Estas pequeñas reuniones acabaron cobrando cada vez más tamaño e importancia hasta el punto que desarrollaron su propio sistema independiente de houses y balls que reflejan la estructura de la major scene o escena principal. Asà las kiki houses y las kiki balls ofrecen en la actualidad un escenario para que los jóvenes ganen exposición, aprendan a liderar y compitan de forma sana mientras reciben mensajes y asesoramiento sobre salud sexual; de hecho en muchas kiki balls se ofrece la posibilidad de realizarse pruebas de ITS ya que se suelen organizar en torno a asociaciones que trabajan sobre estos temas.
La kiki scene suele considerarse como una escena anterior a la major scene, no solo porque sus miembros suelan ser mucho más jóvenes, si no también porque las kiki suelen ser su primer contacto con la escena ballroom y estas les preparan para la major scene. De hecho en muchas ocasiones la madre o el padre de una kiki house suele pertenecer a una major house, y aunque son dos escenas separadas no son mutuamente excluyentes, de hecho la major scene se nutre de los miembros de la kiki scene una vez que estos se van haciendo mayores.
Actualmente la major scene o escena principal generalmente está llena de miembros más mayores que no tiene los recursos que tienen los jóvenes ya que estos pueden ponerse en contacto con una organización comunitaria para organizar una ball y puede suceder porque estas tienen el espacio y los recursos para ello. La major scene normalmente tiene que pagar de su bolsillo todo y los lugares para organizar una ball suelen ser costosos, además de que hay mayores expectativas de como deberÃa ser una ball de la major scene. Además las kiki balls al organizarse en centros comunitarios y espacios similares permiten que los miembros más jóvenes participen, lo que no ocurre en la major scene ya que al organizarse en discotecas y clubs nocturnos deben tener una restricción de edad.
Hoy en dÃa, la escena kiki es incluso más activa que la major scene, no solo por la facilidad que tienen para organizar sus kiki balls si no porque al considerarse una escena más relajada y para principiantes suele tener más libertad. Hasta hace unos años era muy complicado llevar la cultura ballroom fuera de Nueva York, a Europa podemos considerar que llegó en 2010 de la mano de Lasseindra Ninja, aunque ya hubiera personas en Francia como Stéphane Mizrahi que ya bailaban vogue antes que ella, pero con las kiki balls y las kiki houses la cosa ha cambiado.
Para formar una house nueva primero debÃas de haber formado parte de una house de la major scene y haber competido y ganado premios en diferentes balls, pero como las kikis se pensaron como una forma de acercar la escena a los miembros más jóvenes de la comunidad han sido la vÃa para que la cultura ballroom llegue a diferentes paÃses pues tienen un sistema de reconocimiento más flexible. De hecho muchos de los pioneros que han introducido la ballroom scene y el voguing en sus paÃses y ciudades lo han hecho a partir de la kiki scene ya que de otro modo hubiera sido muy complicado que la escena y el voguing pudieran hacerse un hueco.
Además que se pueda llevar la escena a más lugares con cierta facilidad siempre que se respete la historia, los orÃgenes y la esencia de las balls asegura que se sigan creando espacio seguros y de libertad en más lugares para las personas LGBTQ+, y sobre todo para los jóvenes, que al final es de lo que siempre ha tratado la escena ballroom: libertad, comunidad e inclusión.