Pixie Lott – Nasty
Jugar a ser sucio, sexy, sensual, travieso o como quieras llamarlo es siempre una buena forma de encarar la vida y Pixie Lott lo tenía muy claro en Nasty donde sacaba una actitud descara y sin miedo para darle algo de color y sabor a una existencia que de otro modo nos podría quedar algo gris y sosa. Y es que nos han dicho muchas veces que dar rienda suelta a nuestros deseos o pasiones es de personas “traviesas”, “sucias”, un poco “malas”; cargando esa parte de nosotros mismos que desea de culpabilidad. Lo mejor que podemos hacer frente a esto es tomarlo como nuestra propia bandera y reivindicar todo eso como algo liberador.